El discipulado en SRF/YSS y la historia detrás de la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos
n diciembre de 2020 publicamos en nuestro blog un mensaje especial del presidente de Self-Realization Fellowship/Yogoda Satsanga Society of India, el Hermano Chidananda, acerca de la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos. En dicho mensaje él explicó el anuncio hecho en la Convención de 2020 sobre el próximo lanzamiento de lo que será un «hito importante en el desarrollo de la misión mundial de Paramahansa Yogananda».
Aún se está planeando el lanzamiento de un sitio web completamente dedicado a la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos, al final del segundo trimestre de 2021, y en ese momento estaremos ya preparados para comenzar a aceptar solicitudes de afiliación. Mientras tanto, el Hermano Chidananda continúa con el proceso de la presentación de la liga de discípulos laicos con una segunda publicación en este blog para compartir con ustedes algo de la inspiradora historia de cómo nació la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos.
Breve historia del discipulado en SRF/YSS
Dado que el propósito de la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos es proveer de un medio para el desarrollo de los discípulos cuyo deseo sea seguir a su gurú Paramahansa Yogananda en la forma más plena posible, puede ser útil aquí brindar una breve reseña de lo que significa ser un discípulo en Self-Realization Fellowship/Yogoda Satsanga Society of India.
Como es bien conocido por los miembros de SRF/YSS, la dispensa espiritual mundial que le fuera encomendada a Paramahansa Yogananda tuvo su puesta en marcha por Jesucristo y Mahavatar Babaji conjuntamente. [1] La dirección divina dada por estos grandes avatares se encuentra reflejada en el sagrado sendero de discipulado que Paramahansaji le dio a sus propios fervientes y dedicados seguidores.
Los discípulos de Jesús
En los Evangelios del Nuevo Testamento encontramos muchas menciones poderosas acerca del discipulado según está expresado en las vidas de los seguidores de Jesús. Paramahansaji nos dice: «Los grandes maestros vienen con dos propósitos: inspirar e iluminar a un cierto número o a grandes multitudes; y para entrenar a verdaderos discípulos que moldean sus vidas de acuerdo a la de su maestro. Estos últimos son los miembros de la verdadera “familia” del santo, los cuales constituyen el círculo íntimo en los cuales él planta su vida espiritual. Jesús tuvo doce de tales discípulos —y otros más también— pero uno de los doce traicionó su amor y confianza. La tarea más ardua para todo maestro designado por Dios es producir otros como él mismo, y Jesús formó discípulos genuinamente crísticos».
Discípulo es quien acepta la disciplina de un gurú para alcanzar la perfección espiritual. Es quien sigue los pasos del gurú y se esfuerza diariamente por convertirse en un vivo ejemplo de sus enseñanzas e ideales. Esto requiere un espíritu de entusiasmo y dedicación, que son las cualidades que deben tener todos los discípulos, sea que sigan el sendero monástico o el de jefe de hogar. Dios no tiene favoritos. Él elige a quienes lo eligen a Él.
El requisito para el discipulado es ser seguidor y ser leal a la enseñanza del propio gurú. De entre las multitudes que escucharon las enseñanzas de Jesús, sólo un grupo comparativamente pequeño lo seguía verdaderamente. Debido a esta falla de las multitudes en seguirlo, y en consecuencia no recibir los beneficios de sus enseñanzas, Jesús se sintió impulsado a preguntar «¿Por qué me decís: “Señor, Señor” y no hacéis lo que digo?» (Lucas 6: 46).
Según dice Paramahansaji, Jesús expresó un sentimiento similar en nuestra era moderna. Aunque la verdad interior —el espíritu viviente— de su mensaje de la comunión con Dios se había mantenido viva durante 2.000 años gracias a los desinteresados devotos de monasterios y conventos, lo cual de acuerdo a nuestro gurú ha producido muchos santos de verdadera realización crística —San Antonio, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Ávila y otros— Jesús no estaba feliz con la estructura externa del «eclesianismo» que se había desarrollado en torno a su nombre y enseñanzas.
Escribió Paramahansaji: «El Jesús viviente y resucitado conferenció con Mahavatar Babaji en la India, y se lamentaba: “¿Qué les ha sucedido a mis iglesias? Están haciendo buenas obras, pero han perdido el conocimiento de la verdadera comunión —el contacto real con Dios— y no saben cómo percibir mi conciencia y transmitirla a los demás».
Paramahansaji continuó explicando: «A través de la ciencia de Kriya Yoga enviada por Mahavatar Babaji en comunión con Jesucristo, en esta era moderna Self-Realization Fellowship está enseñando la verdad común universal que subyace en el cristianismo original de Cristo y en el Yoga original de Krishna».
Instrucciones de Babaji sobre el discipulado
La inauguración del movimiento de Kriya Yoga en la era moderna incluyó otro hito trascendente en nuestra comprensión de la relación gurú-discípulo tal como se práctica en SRF/YSS. En el capítulo 34 de Autobiografía de un Yogui, Paramahansaji dejó registradas las palabras de Babaji y de Lahiri Mahasaya respecto de este tema.
Lahiri Mahasaya refiere: «Babaji me instruyó en las antiguas y rígidas reglas que rigen la comunicación de la técnica yoga de gurú a discípulo. “Instruye en las claves de Kriya sólo a chelas capaces”, dijo Babaji. Aquél que jura sacrificarlo todo en su búsqueda de la divinidad está preparado para descubrir los misterios finales de la vida por medio de la ciencia de la meditación».
«Angélico gurú, ya que has favorecido a la humanidad resucitando el perdido arte del Kriya, ¿no aumentarías ese beneficio suavizando un poco los estrictos requerimientos para la aceptación de discípulos? —pregunté yo mirando a Babaj con aire suplicante—. Te ruego que me permitas instruir en el Kriya a todos los que busquen la verdad, aun cuando al principio no sean capaces de conseguir por completo la renunciación interior. Los atormentados hombres y mujeres del mundo, perseguidos por el triple sufrimiento, [2] necesitan que se les infunda un aliento especial. Tal vez nunca inicien el camino de la liberación si les es vedada la iniciación en Kriya».
«Así sea. Los deseos de la Divinidad se han expresado a través de ti. Ofrece el Kriya a todo aquel que te solicite con humildad el auxilio espiritual —replicó el compasivo gurú».
En una charla dirigida a discípulos residentes en la Sede Central de SRF en 1949, Paramahansa Yogananda explicó este incidente de la siguiente manera: «Durante eras el Kriya Yoga se mantuvo oculto para el público en general para asegurar que esa antigua ciencia sagrada fuese conocida sólo por “chelas calificados”— monjes y otros renunciantes, en su mayoría brahmins, cuyas vidas estaban dedicadas únicamente a la realización de Dios—. Aunque las antiguas restricciones de ascetismo y renunciación no fueron aplicadas por Babaji de manera que las masas pudieran beneficiarse del Kriya Yoga, sin embargo él le requirió a Lahiri Mahasaya y a todos los descendientes de su linaje espiritual (la línea de Gurús de SRF/YSS) que impusieran un período de entrenamiento espiritual preliminar a quienes buscaran la iniciación para, de este modo, prepararse para la práctica de Kriya Yoga».
Como ya se sabe ampliamente, en 1920 Mahavatar Babaji visitó a Paramahansa Yogananda y le dio su bendición para viajar a América y diseminar las enseñanzas de Kriya Yoga por todo el mundo, diciéndole: «Kriya Yoga, la técnica científica de realización para conocer a Dios, terminará por difundirse en todos los países ayudando a unir a las naciones por medio de la trascendental percepción personal que el hombre obtendrá del Padre Infinito».
Historia del discipulado laico en SRF/YSS
Durante los primeros años de su obra en América, Paramahansaji aprobaba personalmente a todas las personas que recibían la sagrada iniciación en Kriya Yoga, con la cual se entra a la relación gurú-discípulo.
En 1951-52 sabiendo que su encarnación física estaba llegando a su fin, él les transmitió a sus discípulos cercanos las reglas que se habrían de seguir en lo sucesivo para conferir la iniciación en Kriya Yoga. Aunque las Lecciones de SRF y las técnicas básicas continuarían siendo asequibles a quienes desearan recibirlas, sea que se perteneciera a cualquier iglesia o sendero espiritual, o a ninguno, la iniciación en Kriya Yoga podía ser otorgada solamente a quienes fuesen miembros de SRF/YSS, y aceptaran formalmente la relación gurú-discípulo. Esas pautas han sido siempre observadas desde entonces, y han producido en consecuencia el crecimiento continuo de la familia espiritual de discípulos laicos en todo el mundo, que hoy nos causa alegría.
La fundación del primer grupo de discípulos laicos
Durante sus últimos años, Paramahansaji a veces se refirió a quienes habían recibido Kriya Yoga a través de él como «los discípulos de la orden». [3] Es decir, él consideraba a todos los devotos de SRF/YSS que habían tomado juramento de Kriya como pertenecientes a una orden de discipulado, no solamente a quienes tomaban votos en la orden monástica. Además, el gurú pasó gran parte del tiempo de sus últimos años en la tarea de establecer un plan y una estructura para los discípulos laicos que desearan desempeñar un rol en el servicio a la obra. Él trazó el plan de vida para los discípulos, expuesto ahora en la Lección 5 de Kriya, el cual incluye las diversas maneras en las cuales el discípulo podría servir activamente en la obra y misión del gurú.
Él le solicitó a Meera Mata que comenzara a organizar a los miembros del templo de Hollywood en el primer grupo de discípulos laicos de SRF. Meera Mata trabajó con discípulos laicos clave para establecer el patrón que serviría para todo el programa de discípulos laicos en SRF. Eugenio y Marjorie Benvau fueron los primeros discípulos laicos del grupo; y después otros miembros devotos han continuado en roles de conducción a lo largo de los años hasta el presente.
En la década de 1970 el Hermano Bhaktananda se unió a Meera Mata en la guía de este grupo, conduciendo reuniones mensuales de Discípulos Laicos y clases sobre el discipulado en el Salón de la India. Ese programa prosiguió bajo la conducción de los ministros que le sucedieron al Hermano Bhaktananda como ministros a cargo en Hollywood.
En una carta que Meera Mata escribió en 1962 a unos discípulos, ella dijo:
«El Grupo de Discípulos Laicos de la Iglesia de SRF de Hollywood es el comienzo de una Orden que era un amado sueño de nuestro maestro Paramahansa Yogananda. Este grupo está compuesto por miembros de SRF que desean ser más activos en la obra de SRF y desean alentar a su crecimiento en cualquier aspecto que les sea posible para ellos».
En 2019, el lanzamiento de la nueva edición de las Lecciones de SRF brindó a todos los seguidores de Paramahansaji un plan de vida muy completo para el verdadero discipulado. A continuación, el Hermano Chidananda, presidente de SRF, anunció la inauguración formal de la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos, la cual ha estado desarrollándose desde entonces y estará abierta a la membresía a partir del segundo trimestre del presente año.
En un futuro cercano anhelamos compartir más acerca del lanzamiento próximo de la Liga Voluntaria de Discípulos Laicos de SRF (la Liga Sevak de YSS).
Notas finales
[1] Esto está explicado en Autobiografía de un Yogui, capítulos 33-37; como también en la revista Self-Realization, edición Spring 2020.
[2] El sufrimiento físico, mental y espiritual; manifestados respectivamente en la enfermedad, las ineptitudes psicológicas o «complejos» y en la ignorancia del alma.
[3] «Yo nunca digo que otros sean mis discípulos», dijo él. «Dios es el Gurú; ellos son Sus discípulos».
